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Sueños indianos: De Mendoza a Peñafiel 

Vinos de la Luz, situada en Peñafiel, corazón de la Ribera del Duero, tiene una preciosa historia detrás. Serafín Fernández y María Núñez, de origen gallego, en 1910 tuvieron que marchar a Argentina a buscarse la vida. Jornaleros de siembras, podas y cosechas en esa tierra en la que “cuando se caía un trozo de pan, al día siguiente crecía una espiga de oro”, estos dos españoles trabajaron en todo lo que les ofrecían hasta asentarse en Mendoza en 1919.

Allí, en la precordillera de los Andes, el Estado regalaba tierras a los valientes colonos, para reforzar así la frontera con Chile. El lugar era el Valle de Uco y fue donde los Fernández Núñez comenzaron a dar forma a su sueño, plantando sus primeras vides. Nos lo cuenta su propietario, Ricardo Fernández Núñez, quien explica cómo, siendo Serafín, su abuelo, ya muy mayor, sentado frente a la ventana de esa bodega mendocina, mirando a los Andes y con los viñedos a sus pies, llama a los nietos para que escuchen El Abuelo, una canción de un inmigrante español que no podía volver a su patria y les pide que cumplan su sueño: plantar en Peñafiel ese fabuloso Tempranillo del que tanto hablaba en las cenas familiares.

Los nietos siguen cada uno su camino pero cuando Ricardo, hace 25 años, toma las riendas de la empresa familiar, que se había centrado en la producción de alimentos autocalentables, decide hacer realidad el sueño de su abuelo. Intenta comprar en Ribera pero no puede, así que comienza en La Toscana y, hace diez años, tras buscar y buscar, encuentra la bodega perfecta. Cuarenta y dos hectáreas de viñedo, casi en totalidad de Tempranillo, donde eso sí, planta una hectárea de Malbec como homenaje a la tierra que le trajo de vuelta a España.

Luego llega California, donde elabora un syrah y, en el futuro próximo, va a lanzar en Ucrania un vino. Con una filosofía de respeto a la tierra y de apuesta por lo autóctono (”el bodeguero tiene que tener los pies emparrados” afirma Ricardo), la continuidad de esta bodega llena de luz está asegurada con sus hijas, muy involucradas en el proyecto.